ACTIVIDADES CARACTERÍSTICAS DE LOS DEMONIOS

 

Extracto del libro Echaran fuera demonios

Por Derek Prince


Los espíritus malignos o demonios tienen tres propósitos principales, los cuales les fueron asignados por Satanás: el primero, atormentarnos y afligirnos; el segundo, impedir que conozcamos a Cristo como Salvador; y si eso no funciona, el tercero, impedir que sirvamos a Cristo de manera eficaz.

 

En el proceso de alcanzar esos propósitos, los demonios son normalmente invisibles. No pueden ser percibidos por el ojo humano. Sin embargo, podemos reconocer su presencia y actividad de la misma manera en que reconocemos la presencia del viento.

 

Así ocurre con los demonios. Normalmente no los vemos, pero sí reconocemos su presencia por ciertas acciones características. A continuación se detallan algunas de sus actividades más típicas:

 

1. Los demonios inducen

2. Los demonios acosan

3. Los demonios torturan

4. Los demonios obligan

5. Los demonios esclavizan

6. Los demonios causan adicción

7. Los demonios corrompen

8. Los demonios engañan

9. Los demonios atacan el cuerpo físico

 

1. LOS DEMONIOS INDUCEN:

 

Los demonios persuaden a las personas a hacer el mal. Cada uno de nosotros hemos experimentado esto en alguna ocasión. La fascinación con frecuencia viene de manera verbal (una voz en tu mente).

 

Cualquier cosa que tiene una voz es una persona, y esa voz pertenece a un demonio que te está fascinando. Si te rindes, Satanás habrá empezado a destruir tus defensas. Ya no podrás

tener una conciencia limpia. Sabrás que eres culpable. Eso prepara el camino para el próximo asalto de Satanás.

 

2. LOS DEMONIOS ACOSAN:

 

Los demonios te estudian, siguen tus movimientos, observan tus momentos de debilidad, detectan tus puntos débiles. Luego maquinan situaciones que abrirán el camino para que puedan meterse dentro. (1 Pedro 5:8).

 

3. LOS DEMONIOS TORTURAN:

 

Jesús relató la parábola de un siervo cuyo amo le perdonó una deuda de muchos millones de dólares, pero que luego se negó a perdonar la deuda de sólo unos cuantos dólares a un consiervo. La parábola concluye con un juicio sobre ese siervo implacable: "Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía" (Mateo 18:34). En el versículo siguiente Jesús aplicó esta parábola a todos los cristianos: Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas. Los verdugos, creo yo, son demonios.

 

He encontrado cientos de cristianos que están en las manos de verdugos por una sencilla razón: la 0falta de perdón. Le han pedido a Dios perdón por la deuda incalculable por sus pecados. No obstante, se niegan a perdonar a otra persona por alguna ofensa, real o

imaginaria.

 

Hay varias formas de tortura a las cuales podemos estar sujetos. Está, por ejemplo, la tortura física. Un ejemplo es la artritis: retuerce, tortura, incapacita, ata. No estoy sugiriendo que toda artritis tiene una causa demoníaca, pero llama la atención la frecuencia con que la artritis está en realidad asociada a una actitud interna de resentimiento, falta de perdón, amargura.

 

Luego está la tortura mental. Una forma común es el temor de volverse loco. Me ha sorprendido el número de cristianos que están atormentados por este miedo. Frecuentemente tienen vergüenza de confesarlo a nadie.

 

Otra forma de tortura espiritual es una acusación interna que dice: Has cometido el pecado imperdonable. Cuando una persona me dice que está siendo asediada por este pensamiento, siempre contesto: "No pasa de una acusación de un espíritu de mentira. Si realmente hubieses cometido el pecado imperdonable, estarías tan endurecido que no te importaría. El hecho de que estás preocupado por ello prueba que no lo has cometido".

 

4. LOS DEMONIOS OBLIGAN:

 

Ninguna palabra es más característica de la actividad demoníaca que el término compulsivo. Detrás de la mayoría de las compulsiones está un demonio (por ejemplo, fumar de manera compulsiva o el consumo compulsivo de alcohol o de las drogas). Está bien establecido que estas actividades producen una reacción química en el cerebro. Esto abre un sitio de debilidad en un área muy sensible a través de la cual los demonios pueden entrar fácilmente.

 

Comer de manera compulsiva puede también ser demoníaco. Pero la glotonería es "respetable". No podrás encontrar muchos alcohólicos en la iglesia contemporánea, ¡pero sí

encontrarás muchos glotones! El comer de manera compulsiva empieza con la pérdida del control de sí mismo. Luego, un día la glotonería se escurre y entra. Los cristianos con frecuencia no están dispuestos a reconocer que son comedores compulsivos, pero reconocer

el pecado es el primer paso esencial hacia la liberación.

 

Existen muchas otras formas de compulsión. Una es la verborrea-el hablar de manera compulsiva. Hay muchas advertencias contra esto en las Escrituras. Si no has mantenido tu lengua bajo control, puedes haber abierto el camino para un demonio. Dos demonios que pueden agarrar esta oportunidad son el chisme y la crítica. ¡Ambos se sienten en casa en los círculos religiosos!

 

Todos necesitamos pararnos y hacernos un examen: ¿Hay cosas que simplemente hago de manera compulsiva? Podemos habernos acostumbrado tanto a nuestros hábitos que casi no nos percatamos de ellos; sin embargo, pueden ser demoníacos. Tras una reunión de liberación, recibí una carta de una mujer que dijo: "¡Por primera vez en 25 años, he pasado una semana sin morderme las uñas!"

 

5. LOS DEMONIOS ESCLAVIZAN:

 

Tomemos un ejemplo de un área sobre la cual pocos en la iglesia hablan: el sexo. Supón que has cometido pecado sexual. Te arrepientes y cumples las condiciones de Dios para recibir el perdón. Sabes que no sólo estás perdonado, sino también justificado- "como si" nunca hubieras pecado (véase Romanos 8:30). Pero todavía tienes un intenso deseo de cometer el mismo pecado, a pesar de que lo odies. Estás seguro de que has sido perdonado, pero no eres libre, sino que estás esclavizado.

 

Un ejemplo bastante común es la masturbación. Algunos psicólogos dicen que la masturbación es normal y saludable. No merece la pena porfiar acerca de ello. Yo simplemente sé que hay miles de personas, así hombres como mujeres, que se masturban y luego se odian a sí mismos por hacerlo. Cada vez que lo hacen, dicen: "¡No lo volveré a hacer". Pero vuelve a pasar. Están esclavizados.

 

A través de los años he visto a cientos de personas liberadas de esta manera del

atormentador demonio de la masturbación.

 

Déjame añadir que el matrimonio no resuelve necesariamente el problema de la masturbación. Si cualquiera de los miembros de la pareja todavía tiene un demonio de masturbación, el demonio intentará conseguir para sí la satisfacción física que debería ser disfrutada por el otro miembro de la pareja. Esta es una razón por la cual la relación sexual en algunos matrimonios no provee la satisfacción sexual que cada miembro debería esperar.

 

Cuando combinamos obligar con esclavizar, llegamos a una forma muy particular de esclavitud.

 

 

6. LOS DEMONIOS CAUSAN ADICCIÓN:

Casi cualquier cosa que es compulsiva y esclavizante es una adicción, y no hay límites para las formas que las adicciones pueden asumir. En 1 Corintios 6:12, Pablo dijo: "Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar de ninguna".

 

Esto nos provee una definición bíblica de la adicción. Una persona es adicta cuando se ha dejado dominar por el poder de cualquier cosa que no sirve de ayuda. Creo que las adicciones, definidas de esta forma, son casi siempre demoníacas.

 

Al intentar resolver sus problemas, a veces las personas cambian una adicción por otra. Con frecuencia acontece, por ejemplo, que una persona deja de fumar e inmediatamente gana demasiado peso. Es que ha cambiado la nicotina por la glotonería.

 

La pornografía es un trágico ejemplo de adicción. El hombre esclavizado por la pornografía se encuentra compelido a sintonizar aquellos canales de TV que satisfagan al demonio que lleva dentro. N o puede pasar delante de un escaparate de revistas o videos en una tienda sin que le atraigan como un imán. Un pastor me dijo: "Cuando viajo, el demonio me despierta a las dos de la madrugada, cuando ponen las películas X. Tengo que sintonizar ese canal. No puedo controlarme". Todo su cuerpo se convulsionó cuando salió el demonio, pero algunos años más tarde me dijo que era completamente libre.

 

La televisión es una adicción que casi nunca se reconoce. Algunas personas no pueden entrar en una habitación sin encender la tele. No se trata de una acción razonada. Esas personas no tienen ninguna idea de lo que quieren ver. Se acercan al televisor sin pensar, así como un alcohólico va por una bebida. A largo plazo, los resultados sociales de la adicción a la televisión pueden ser incluso más desastrosos que los del alcoholismo.

 

Más recientemente, la World Wide Web (La Red) está generando adicciones. Las personas han sido clasificadas como "adictas" porque se apartan de la sociedad y por la pérdida de control.

 

Algunas adicciones son más poderosas o peligrosas que otras, pero ninguna trae ningún beneficio. Dos bebidas aceptadas socialmente que pueden llegar a ser adictivas son el café y los refrescos, especialmente las bebidas con cafeína como las colas. Según las estadísticas, el americano promedio consume 200 litros de refrescos en un año. Algunas veces una persona que deja de beber café o colas atraviesa síntomas de abstinencia similares a aquellos de una persona que está saliendo de las drogas duras.

 

7. LOS DEMONIOS CORROMPEN:

Que los demonios corrompen no es sorprendente ya que la Biblia los llama "espíritus inmundos" (Marcos 5:13). Un área principal que los demonios corrompen es nuestra área mental (nuestros pensamientos e imaginaciones). Esto puede asumir la forma de imágenes impuras y lascivas o fantasías que se proyectan sin pronunciarse en nuestras mentes. Puede ocurrir especialmente cuando estamos intentando concentrarnos en las cosas de Dios, tanto en la adoración como en la lectura de la Biblia. Cualquier impulso fuerte y lascivo en tales momentos es, con casi toda seguridad, demoníaco. Los demonios se oponen a nuestra comunión con Dios.

 

Otra área de la personalidad regularmente corrompida por los demonios es la del habla. Muchos hombres (y mujeres, e incluso algunos niños) no pueden hablar tres frases sin usar palabras obscenas o el lenguaje blasfemo.

 

8. LOS DEMONIOS ENGAÑAN:

 

Creo que los demonios están detrás de casi toda forma de engaño espiritual. En 1 Timoteo 4:1, Pablo dice: "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios".

 

Las personas no pueden abandonar la fe, si nunca han estado en ella. Estos son cristianos que han sido atraídos para fuera de una fe bíblica sólida a alguna forma de error doctrinal. El engaño espiritual, creo yo, es el mayor peligro singular que amenaza a los cristianos en estos últimos tiempos. Y detrás de cada forma de engaño está el demonio correspondiente. Cualquier doctrina que se desvía de la santidad de Dios, o que ataque a la persona, la naturaleza y la obra de Cristo, o que mine la autoridad de las Escrituras, es demoníaca.

 

9. LOS DEMONIOS ATACAN EL CUERPO FÍSICO:

 

Existe una conexión entre los demonios y las enfermedades físicas. Pero aquí, simplemente mencionaré algunas otras maneras en las cuales los demonios pueden afectarnos físicamente.

 

Hay, por ejemplo, un demonio de cansancio. Hace algunos años, yo estaba involucrado en una prolongada sesión de liberación con una mujer que, después de un rato, empezó a decir: "Ya no puedo seguir con esto, estoy demasiado cansada. ¡No lo puedo aguantar más!"

 

Empecé a sentir lástima de ella. Luego me pregunté si era un demonio el que hablaba, no la mujer. Lo reté, y el demonio contestó: "Es cierto. Ella está siempre cansada. Está cansada cuando se levanta. Está cansada cuando se va a la cama. Está demasiado cansada para orar, demasiado cansada para leer la Biblia".

 

Parecía que este demonio en particular actuaba para ocultar a otros demonios. Si pudiese persuadirme a parar, los otros no tendrían que enfrentarse a la autoridad del nombre de Jesús y ser expulsados. Cuando discerní la artimaña y eché fuera el demonio de cansancio, los otros demonios salieron, uno a uno.

 

Otro efecto físico que los demonios pueden producir es la somnolencia antinatural. Isaías habla acerca del "espíritu de sueño" (Isaías 19:10). A veces, cuando un cristiano quiere orar o leer su Biblia a las diez de la noche, está profundamente dormido a las diez y cuarto. Sin embargo, la misma persona puede estar de pie viendo la tele hasta las primeras horas de la mañana. Muchos cristianos han testificado haber sido afectados por una fuerza sobrenatural que se opone a ellos cuando procuran leer la Biblia u orar.

 

Si vamos más allá de los síntomas específicos de la actividad demoníaca, tales como aquellos descritos en este capítulo, podemos discernir una característica general de la mayoría de las personas que están endemoniadas: la inquietud. Una persona que puede mantener una actitud de compostura serena en todas las situaciones atribuladas de la vida probablemente está libre de demonios. ¡Pero no hay demasiadas personas así!

 

Comentarios

Entradas populares